Proverbios 24: 30-34 He pasado junto al campo del perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento, y he aquí, estaba todo lleno de cardos, su superficie cubierta de ortigas, y su cerca de piedras, derribada. Cuando lo vi, reflexioné sobre ello; miré, y recibí instrucción. Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para descansar, y llegará tu pobreza como ladrón, y tu necesidad como hombre armado. Ayer hablando con un amigo vino esta porción a mi mente con respecto a la resistencia al cambio que muchas veces ocurre en nuestras vidas. Somos como el sujeto de estos versos, sabemos que tenemos que hacer algo, pero no lo hacemos. Vemos que empiezan a crecer aquello que irá robando las energías y el alimento a nuestros sueños. Pero los dejamos ahí. Movernos de nuestro lugar seguro en el que hemos estado todo este tiempo no es tema de discusión. ...