Vuela - Sueña - Anhela ¡Haz algo!
Después de esa conversación no pude dormir inmediatamente, sino que mi mente empezó a dar vueltas.
En mi mente resonaban las palabras que habían sido desalentadoras para mí.
Días atrás había ido en busca de un SI y recibí un NO.
Busqué emprender vuelo, pero mis alas fueron recortadas.
Como la historia de Proverbios 7: “alguien me salio al encuentro, iba vestida como prostituta y no disimulaba sus intenciones”. Era la desilusión.
“Se me echo al cuello y me beso, y descaradamente me dijo que me estaba buscando”. Era la apatía.
“Tengo tendida en la cama una colcha muy fina y colorida. Mi cama despide el aroma de los perfumes más excitantes. Ven conmigo…” me dijo la ladrona de sueños.
Casi caigo en sus redes de pasividad e indiferencia. Poco falto para que fuese como buey al matadero llevado por la pasividad.
Así que esa madrugada, me acerque a la orilla de mi nido, visualice los cielos, examine los valles, trace mi horizonte…y seguí soñando.
Retome fuerzas para aferrarme a mis sueños, a mis anhelos, a mis ilusiones.
Y es que un ave, aunque no vuele, no deja de ser ave.
Amigo: “No pienses en esa mujer, ni pierdas por ella la cabeza. Por culpa suya muchos han muerto; ¡sus víctimas son ya demasiadas! Todo el que entra en su casa va derecho a la tumba.”
Muy cierto! Me gusta mucho la cita del ave. Gracias por ese mensaje tan alentador.
ResponderEliminarGracias G. Lagar, por visitarnos!
ResponderEliminarUn dia Dios me dijo: Que algo no haya sucedido aún, NO quiere decir que no vaya a sucede. Así que animo un día llegarán a su cumplimiento los sueños y anhelos, aunque las alas hayan sido cortadas, las alas vuelven a salir, te lo digo por experiencia propia. Saludos
ResponderEliminarBboy