El que sirve,sirve
Llegó el día. No lo pude evitar. Y en el fondo, lo anhelaba, esperaba que llegara. Y aunque es solo el inicio, me llena de alegría y aunque muchos no lo crean, hasta me dan ganas de llorar.
Ahora, todos los sábados debo llevar a mi hija mayor, Amanda, a su clase de Facultad de Liderazgo en la Frater. Pero no como alumna, sino como futura maestra. Ella ahora sirve como asistente del maestro.
Para muchos eso puede ser insignificante, pero para mí no lo es. Verla prepararse en la mañana. Alistar su biblia y libro. Peinarse. El ritual de toda una señorita para ir a servir a SU DIOS.
Este sábado se plancho el pelo. Sí, y qué! Es su gusto, y para ese tipo de ocasiones tiene todo mi apoyo.
Puede que solo ayude a escribir en la pizarra, o que reparta hojas de papel. He aprendido que el más insignificante servicio a DIOS puede ser crucial en la vida eterna de alguna persona.
Estoy orgulloso de ella.
Que hermoso. Ese tipo de cosas "pequeñas" de las que tenemos privilegio de presenciar, nos hace sensibilizarnos y crecer como personas. Pude notar su felicidad en lo que escribió y casi lloro yo también. Felicidades. A empezar una vida de sorpresas agradables mientras ve a sus hijas crecer.
ResponderEliminarAaaawwww Mil Bendiciones para sus Vidas, wow que Orgullo de Padre la verdad el ver crecer a Mandy en los caminos de Dios tal y como tu se lo has enseñado desde que Nacio, es una gran envivia para muchas personas el que ella tenga el mejor futuro del Mundo. Felicidades ahi puedes ver que has triunfado. I love you guys :)
ResponderEliminarGracias por sus comentarios! Ser padre es toda una aventura!
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