Características de un líder - Imposición o Inspiración
El que exige algo es porque no se lo ha ganado. Si tenemos que exigirle a nuestros hijos respeto es porque no les hemos demostrado por otros medios que lo deben hacer, no hemos dado el ejemplo. Cuando exigimos al gerente de un restaurante o de una tienda la atención “merecida” es porque tenemos un mayor concepto de nosotros mismos.
Y si como líderes exigimos lealtad, obediencia y respeto es porque, o no lo merecemos o porque no hemos creado el ambiente para que esas cosas se den sin necesidad de exigirlas.
Filipenses 2:3-4 es claro: No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.
Al exigir algo es porque buscamos nuestros propios intereses ya que se trata de nosotros. Pero líderes, recordemos que no hemos sido puestos en esa posición para ser servidos, para ser atendidos sino todo lo contrario. Tal y como dijo Jesús en Mateo 20:28: “… el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir …”.
Jesús al modelar el liderazgo inspiró a sus discípulos a hacer lo mismo que él hizo. Pero ¿Estamos nosotros imponiendo o inspirando nuestro liderazgo? Cuando continuamente estamos recordándoles a nuestros seguidores que deben tratarnos de una manera u otra es porque no estamos inspirándolos, no se sienten motivados a hacerlo voluntariamente.
Recordemos, no se trata de nosotros sino de los que nos siguen.
Y si como líderes exigimos lealtad, obediencia y respeto es porque, o no lo merecemos o porque no hemos creado el ambiente para que esas cosas se den sin necesidad de exigirlas.
Filipenses 2:3-4 es claro: No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás.
Al exigir algo es porque buscamos nuestros propios intereses ya que se trata de nosotros. Pero líderes, recordemos que no hemos sido puestos en esa posición para ser servidos, para ser atendidos sino todo lo contrario. Tal y como dijo Jesús en Mateo 20:28: “… el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir …”.
Jesús al modelar el liderazgo inspiró a sus discípulos a hacer lo mismo que él hizo. Pero ¿Estamos nosotros imponiendo o inspirando nuestro liderazgo? Cuando continuamente estamos recordándoles a nuestros seguidores que deben tratarnos de una manera u otra es porque no estamos inspirándolos, no se sienten motivados a hacerlo voluntariamente.
Recordemos, no se trata de nosotros sino de los que nos siguen.
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