Lo prometido es deuda

Desde que nos trasladamos a Guatemala quise visitar la Iglesia de Howard Andruejol. Y no lo había logrado sino hasta hace unos domingos atrás.

Y tal y como le comente a Howard, me quito el sombrero ante la amabilidad y el cariño de los miembros de El Mensaje de Vida. Como lo he mencionado en muchos de mis artículos, la primera impresión cuenta mucho, y la manera en que reciben a los visitantes es excepcional.

Definitivamente es una Iglesia que tiene en mente a "los de afuera" para que sean parte de "los de adentro".
Es algo que hace mucha falta para poder transformar nuestras sociedades. El presentar a DIOS como inclusivo y no exclusivo es esencial.

Si alguna vez visitas Guatemala, date una vuelta por El Mensaje de Vida. En cuanto pueda yo lo haré.

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