Lo que he aprendido de La Facultad de Liderazgo
La semana pasada mi familia y yo recibimos la ultima clase de la Facultad de Liderazgo en La Frater. Fueron 8 meses que invertimos en nuestro crecimiento espiritual y, en lo personal, en mi crecimiento ministerial. Aprendí el “porqué” de lo que por muchos años había practicado, y muchas cosas nuevas que no sabía.
Entendí la necesidad de capacitar a las personas para que puedan servir en un área de la Iglesia para que aprendan la visión, la entiendan y la practiquen. Aprendí la importancia de Convertir, Capacitar y Comisionar.
Confirmé que el amor por las almas es mi catalizador para poder llevar a cabo la Gran Comisión, comprendiendo que la diferencia entre Omisión y Comisión es la C de Compromiso.
En la víspera de concluir nuestra capacitación platique con una persona que también cursó la facultad y está por graduarse y me decía que le había gustado la Facultad, pero que no le fueran a exigir servir en un ministerio porque por el momento no tenía tiempo.
Como Salomón, lo escuché y guarde en mi corazón sus palabras ya que son las mismas que me tientan a ser pasivo y dejarme llevar por la indiferencia y pensar que mi aporte al reino es insignificante.
Estoy agradecido con DIOS por habernos dado la oportunidad de estar en la Frater y de haber podido cursar la Facultad de Liderazgo.
Un fuerte abrazo a Eduardo Sandoval, maestro de Facultad y a Sergio, su asistente. A mis compañeros de curso. Y especialmente a Gamaliel Perez (Gama), por su visión de hacer de los niños adoradores y siervos de DIOS, que sin su intervención no hubiéramos cursado la Facultad.
Me alegra poder servir en fotografía, mi esposa estará sirviendo en Zona de Campeones y mis hijas ya están en el Coro de Niños.
Entendí la necesidad de capacitar a las personas para que puedan servir en un área de la Iglesia para que aprendan la visión, la entiendan y la practiquen. Aprendí la importancia de Convertir, Capacitar y Comisionar.
Confirmé que el amor por las almas es mi catalizador para poder llevar a cabo la Gran Comisión, comprendiendo que la diferencia entre Omisión y Comisión es la C de Compromiso.
En la víspera de concluir nuestra capacitación platique con una persona que también cursó la facultad y está por graduarse y me decía que le había gustado la Facultad, pero que no le fueran a exigir servir en un ministerio porque por el momento no tenía tiempo.
Como Salomón, lo escuché y guarde en mi corazón sus palabras ya que son las mismas que me tientan a ser pasivo y dejarme llevar por la indiferencia y pensar que mi aporte al reino es insignificante.
Estoy agradecido con DIOS por habernos dado la oportunidad de estar en la Frater y de haber podido cursar la Facultad de Liderazgo.
Un fuerte abrazo a Eduardo Sandoval, maestro de Facultad y a Sergio, su asistente. A mis compañeros de curso. Y especialmente a Gamaliel Perez (Gama), por su visión de hacer de los niños adoradores y siervos de DIOS, que sin su intervención no hubiéramos cursado la Facultad.
Me alegra poder servir en fotografía, mi esposa estará sirviendo en Zona de Campeones y mis hijas ya están en el Coro de Niños.
Dajanny, que buena publicación, nos dejas claro que la pasividad no es parte de tu vida, ha servirle con todo y por favor felicítame a toda tu familia.
ResponderEliminarGracias Jorge! Todo sea para la Gloria de DIOS!
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