El camino de las vacas
Recuerdo que a mi esposa le dijeron que ella tenía que esforzarse. Que no dependiera de un vehículo para transportarse a la iglesia. Hoy recordábamos esa anécdota. Y recordamos las veces que salimos de la casa caminando a las 1:15pm con dos de nuestras hijas para poder estar a tiempo en la Facultad de Liderazgo de Fraternidad Cristiana de Guatemala . Caminábamos 30 minutos bajo el sol del medio día, inventándonos historias para que nuestras hijas no se exasperaran. Cada vez que cerrábamos la puerta de la casa orábamos para que Dios nos guardara y dábamos gracias por nuestro vehículo . Gracia, nuestra hija menor en ese entonces, siempre preguntaba si ese día Dios nos proveería el vehículo. Y nosotros con más duda que fe respondíamos que en cualquier momento Dios lo mandaría. Después de la Facultad, nos quedábamos al ensayo del Coro de Niños de La Fráter. Al finalizar este, aprovechábamos el viaje para quedarnos al servicio de las 6:00pm. Y el mismo camino recorríamos ...