No sabemos NADA

Sería arrogante pensar que porque hemos hecho algo por mucho tiempo ya lo sabemos todo. Aunque “la práctica hace al maestro” no lo hace un experto.

La experiencia nos da conocimientos básicos de cómo enfrentar una situación, pero eso no debe de “subírsenos a la cabeza”.

Ayer descubrí que no hay tales cosas como expertos.

Tener la experiencia de mi hija mayor de 10 años y mi segunda hija de 7 no nos hizo “saberlo todo” el día de ayer cuando llegó mi tercera hija, Paola, por primera vez a la casa.

Sabíamos cómo cargarla, como arrullarla, pero muchas cosas “básicas” no podíamos hacerlas. Por su fragilidad de recién nacida nos complicaba acostarla o cambiarla.

Saber si tenía hambre o sueño, dolor de estómago o haber ensuciado el pañal eran situaciones que nos hicieron sudar. Pero, ¿porque? ¿Acaso no éramos todos unos expertos en la materia?

Sólo porque ya tenemos dos hijas no nos hace saberlo todo. Cada situación es diferente y debe tratarse como única, aunque tenga similitudes con otras en el pasado.

No seamos arrogantes de pensar que ya lo sabemos todo.

Al final del día nos daremos cuenta que no sabemos NADA.