El verdadero líder busca ayuda cuando las cosas no van bien. Cuando empezamos a debilitarnos en un área es indispensable que busquemos ayuda. Pero no de la divina, porque se da por hecho que lo hacemos a diario, sino de la humana. Ayuda del líder inmediato, del colega, inclusive de alguno de los colaboradores que tengamos a cargo. He visto como muchos líderes sucumben ante las circunstancias por la falta de consejo, y no porque no lo tengan sino porque no lo buscan. Hemos creado esta burbuja de perfección en donde no podemos demostrar debilidad o flaqueza. Bueno, no es que no podamos, es que no queremos. Nuestro orgullo de “líderes” nos dice que los demás no pueden saber que estoy pasando por problemas. Craso error. La incapacidad de reconocer nuestras limitaciones es prueba de inmadurez espiritual. ¿Cuánto nos cuenta pedir ayuda? El que tengamos un puesto de liderazgo no nos hace inmunes a los problemas personales, materiales, espirituales, etc. Pero qué difícil es decir: A...